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Martes,21 de octubre de 2008.
OPINIÓN
La illeta nº 124 - 23-septiembre-2008 / Opinión
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Erase una vez...

Cuando hoy día miramos al mar solemos ver en él un lugar placentero y de descanso.Sin embargo, en siglos anteriores, cuando nuestros antepasados miraban hacia ese mismo Mediterráneo el sentimiento que predominaba en ellos era el temor. Era el punto de llegada de un peligro muy frecuente: los ataques de piratas y corsarios.

Cuando hoy día miramos al mar solemos ver en él un lugar placentero y de descanso.

Sin embargo, en siglos anteriores, cuando nuestros antepasados miraban hacia ese mismo Mediterráneo el sentimiento que predominaba en ellos era el temor. Era el punto de llegada de un peligro muy frecuente: los ataques de piratas y corsarios. Esos ataques se habían iniciado casi desde los mismos orígenes del Reino de Valencia y continuaron con intensidad variable en la Edad Media y la Edad Moderna hasta su desaparición total en el siglo XIX.

En el Archivo del Reino de Valencia se registran ataques castellanos, portugueses y franceses contra barcos alicantinos. Por ejemplo entre 1407 y 1495 los documentos de la Bailía recogen 50 casos de piratería porque las víctimas han acudido a los tribunales para obtener compensaciones.

En 1516 se denuncian las ventas clandestinas de personas.

Desembarcaban en nuestras playas, deshabitadas, y eran transportados hasta su lugar de venta interior: Xixona, Alcoi, Cocentaina, etc… Hoy día resulta curioso constatar que lo ilegal no era el hecho de vender personas sino su contrabando, es decir el venderlas sin haber pagado los correspondientes impuestos.

En Junio de 1304, un ataque granadino sembró el pánico en nuestras tierras y los musulmanes consiguieron sitiar Cocentaina y Alcoi, talaron toda la Huerta Alicantina.

En 1472-73, destaca la figura del renegado Bertomeu Perpinya.

Según el historiador valenciano del siglo XIX, Juan Bautista Perales, en el año 1518 recorría nuestra costa el pirata Cachidiablo, con una escuadra de 17 barcos. Jayredin Aydin (cachidiablo), era cristiano renegado, para unas fuentes era de Esmirna, según otras valenciano.

Fue lugarteniente de Barbarroja.

La década de 1550-60 fue dramática para nuestras costas surgiendo figuras como Dragut o Salah Raich.

En 1518 también andaba por nuestras costas una carraca Arragocera que llamaban “La Negra”, haciendo grandes daños y robos y, salió contra ella y la venció y quemó el caballero Alonso de Granada Venegas (Sandoval, Hª de Aragón).

Hassan Agha (sardo eunuco) atacó la Santa Faz en 1540, habiendo desembarcado previamente en nuestras costas.

El 24 de mayo de 1550, cuando este término pertenecía a los Martinez de Fresneda, desembarcó en nuestra playa el pirata corsario Dragut, con 27 barcos, haciendo mucho daño en nuestros campos, arrasando cultivos y apresando todas las gentes que encontraba a su paso, cuando las gentes de los alrededores Fabraquer, Baranyes y Cabrafich, acudieron en su socorro, Dragut se vió obligado a reembarcarse.

Manuel Sala Pérez (1924 : 43) relata un ataque de 430 piratas moros a Sant Joan d’Alacant el 30 de Marzo de 1643, los cuales saquearon todas las casas de la población y la iglesia, y se llevaron además de las bienes materiales, a 108 mujeres, 43 niños y 83 ancianos. Aquí en el señorio de los Pérez de Sarrió, se libró una batalla contro los corsarios, con la ayuda de Alicante, Muchamiel, Benimagrell yVillafranqueza.

Fueron las Cortes de 1547 las que intentaron sistemizar todos los problemas de la defensa sobre nuevas bes, ya que hasta ese momento se había confiado a los señores feudales, en nuestro caso los Martinez de Fresneda y Martínez de Vera y sus mesnadas y también a las patrullas a pié y a caballo organizadas por las villas. Se promovió la creación de torres costeras con una guardia ordinaria cuyos gastos se sufragarían con impuestos especiales. Esto se completó en 1554 con la intervención del representante de la monarquía, el virrey Duque de Maqueda con sus “Ordenanzas de la guaria marítima del Reino de Valencia”.

Entre 1535 y 1545, por certificación de don Alfonso Pascual se hicieron: Castellet Tinyos, La Illeta, lo Garrofer y la Sofra.

En 1547, cumpliendo órdenes reales se levantó la Torre de Aguas. Entre 155-1557, y previa autorización del Virrey, el Consell fomentó entre los propietarios de tierras la construcción de torres defensivas. Es el caso de Cabrafich.

Así y todo, la acción pirática no descendió, ni durante el virreinado de Antonio de Pimentel de Herrera, Conde de Benavente (1566- 1572), ni de Iñigo López de Mendoza.

Marqués de Mondéjar(1572- 1575), ni de Vespasiano Gonzaga Colonna, Principe de sabioneta (1575-1578), el cual inspeccionó personalmente los pueblos y castillos de toda la costa meridional, desde Guardamar a Cullera, ni de Pedro Marrique de Lara, Duque de Nájera (1578-1580), ni de Francisco Moncada y Folc de Cardona, Conde de Aitona (1581-1594), ni a pesar de las Ordenaciones de Vespasiano Manrique de Gonzaga en 1673, ni aunque existiese la “Junta d’Elets de la Costa”, que persistió hasta el fin del Régimen Foral.

Esta Junta se constituyó en las Cortes de 1547. En estas Cortes se dijo explícitamente que, “… por los ataques de los piratas musulmanes, cabría una mejora del sistema defensivo, como en el presente no hay, guarda y resistencia alguna en este Reino y tierras marítimas de él.” (Sebastián García Martínez, 1980:52) Las “Ordinacions tocants a la custodia y guarda de la costa marítima del Regne de Valencia”, fueron dadas en el Palacio Real de Valencia el 28 de Junio de 1673 y fueron impresas en la Imprenta de Jeroni Vilagrasa el mismo año. El Texto, escrito todo en valenciano, consta de una portada sin numerar con el título cercado por una orla, mas 55 páginas numeradas.

Uno de los hechos más notorios de las citadas “Ordinacions” es la gran riqueza toponomástica que contienen. Haré una relación agrupada por apartados, teniendo en cuenta los accidentes geográficos y construcciones humanas a las cuales se aplican.

Antiguamente la costa valenciana se hallaba dividida en diversos partidos o distritos. En las Ordenaciones de 1673, se distinguen doce: Partido de Peñíscola, de Castellón de la Plana, del Grao de Valencia, de Cullera, de Denia, de Jávea, de Calpe, de Villajoyosa, de Sant Joan d’Alacant, de Alicante, de Elche y de Orihuela.

El Partido de Sant Joan d’Alacant comprendía desde la Torre d’Aigües hasta la Roqueta, ambas incluidas, con los siguientes accidentes: - Cala del Racó de la Roqueta (185:4) - Cala de Rusafa (183:1-2) - Camí Real del Garrofer (184:17) - Castellet Tinyós (183:30; 184:3,16; 193:24) - De Perals (184:26) - Cova del Llop Marí (183:38) - Puente del Riu (184:17) - Torre d’Aigües (193:22-23; 183:20,23) - Torre de la Illeta (193,23; 184:5) - El Garrofer (184:6,9,12,19) - Lo Illot (184:11,18) - Pouet de Lledó (184:28) - La Roqueta (184:38) - La Sofra (184:23,31,35) Las Torres estaban distribuidas estratégicamente, Casi dos siglos después, el Conde de Lumiares, encontró en el lugar de San Juan siete Torres de defensa y en la Torre llamada de la Cenia, esta inscripción: “me fesit de la ma de Frances ceni a XXIIII de maig mdl entre dos y tres aprés mig jorn uen ere: de tenir lo Dragut am los moros”.

Teófilo Ureña García
(Investigador Histórico)
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