Educaci�n sexual, en conciencia
En el Pleno celebrado el 24 de febrero de 2009 el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig aprob� una moci�n relativa a la educaci�n sexual y acceso a medios anticonceptivos para adolescentes a la que, por motivos de conciencia, votamos en contra..
En el Pleno celebrado el 24 de febrero de 2009 el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig aprob� una moci�n relativa a la educaci�n sexual y acceso a medios anticonceptivos para adolescentes a la que, por motivos de conciencia, votamos en contra.
El objetivo de la moci�n no es apoyar sin m�s la educaci�n sexual, como se ha divulgado en los medios de comunicaci�n, cosa con la que todo el mundo estar�a de acuerdo. La moci�n trata de la formaci�n e informaci�n que se dirige en exclusiva a los adolescentes (chicos y chicas de entre 10 y 19 a�os seg�n la Organizaci�n Mundial de la Salud), y urge la puesta en marcha de determinadas actuaciones para la prevenci�n de embarazos no deseados y de enfermedades de transmisi�n sexual.
En la argumentaci�n de la moci�n se detallan una serie de hechos, principios y juicios de valor con los que tanto objetivamente como en conciencia no estamos de acuerdo.
Toda persona debe obedecer el juicio de la conciencia habi�ndose preocupado de buscar la verdad y el bien. El voto �en conciencia� no obedece necesariamente a posiciones religiosas. Es obvio que puede obrar en conciencia cualquier persona, tenga la ideolog�a y creencia que tenga. En este caso nuestro partido permiti� no seguir la disciplina de grupo por lo delicado de la cuesti�n a tratar, con evidentes implicaciones de �ndole moral, lo cual agradecemos. No obstante en la argumentaci�n que sigue se consideran tanto cuestiones objetivas como otras de tipo �tico, en cualquier caso razonadas.
1. No estamos de acuerdo en que la puesta en marcha de pol�ticas y planes de acceso al uso de anticonceptivos como el preservativo y la p�ldora postcoital hayan disminuido el n�mero de embarazos no deseados y de abortos entre adolescentes. Este tipo de planes, como el desarrollado recientemente por el Ministerio de Sanidad, en el que se promociona el uso generalizado del preservativo, machacona e insistentemente, se alinean con los programas que han demostrado un estrepitoso fracaso en todo el mundo.
En Gran Breta�a, el gobierno ofreci� durante a�os todo tipo de facilidades, atenci�n profesional e informaci�n; distribuy� gratuitamente anticonceptivos a los adolescentes y en ciertos casos hasta la posibilidad de abortar sin necesidad de autorizaci�n paterna. Sin embargo el n�mero de embarazos no deseados aument� y la edad en que se inician relaciones sexuales plenas es cada vez m�s precoz.
Sin embargo, nuestra progres�a sigue insistiendo en que el n�mero de embarazos entre adolescentes se debe a que falta educaci�n sexual y a que no toman precauciones y acto seguido asume como un hecho que debe aceptarse como natural y cotidiano, el que los chicos a partir de 15 a�os mantengan relaciones sexuales completas con frecuencia.
Por consiguiente, seg�n ellos, se debe insistir m�s en la educaci�n sexual y en la difusi�n y acceso a los m�todos anticonceptivos. De esta forma dan por sentado que campa�as de informaci�n como la del �con coco� son las adecuadas para que los adolescentes puedan elegir responsablemente la conducta m�s favorable para el desarrollo de su sexualidad.
No es esta la educaci�n sexual que nosotros queremos para los adolescentes.
Cualquier padre prefiere que sus hijos vayan creciendo progresivamente mediante relaciones personales s�lidas a lo largo de su vida, que les ayuden a crecer hasta su madurez, a que se dediquen, por el contrario, a entretenerse con encuentros sexuales ocasionales e intrascendentes que adem�s de ser impropios para su edad, pueden traer graves consecuencias.
En palabras del prestigioso psiquiatra, el Dr. Enrique Rojas, �la educaci�n sexual consiste en la consecuci�n de un conocimiento adecuado de lo que es la sexualidad, que va desde su desarrollo hasta la culminaci�n del encuentro f�sico entre un hombre y una mujer, que apunta hacia la madurez psicol�gica y la plenitud de la persona, en el marco de lo que debe ser la dignidad humana� Indica el afamado doctor que en esta edad hay que huir de dos posturas negativas bastante habituales: Tanto el rechazo radical y represivo de la sexualidad como la banalizaci�n de las relaciones sexuales y su visi�n puramente materialista.
Gobiernos e instituciones de varios pa�ses, entre ellos Gran Breta�a, se han replanteado los programas de educaci�n sexual para incorporar la idea de que es necesario promocionar la moderaci�n, la responsabilidad sexual y el autocontrol como eje de comportamiento en los adolescentes. Adem�s ven necesario buscar la colaboraci�n e implicaci�n de los padres y madres quienes deben adquirir un papel protagonista en la educaci�n sexual en el �mbito familiar a la vez que se fomenta en la escuela la verdadera educaci�n sexual que es mucho m�s que ense�ar c�mo se realiza un acto sexual o c�mo se evitan enfermedades sexuales o embarazos no deseados. De nada sirve informar y dar acceso a los anticonceptivos si a la vez no se act�a con coherencia en una formaci�n basada en un fondo moral y �tico adecuado; al contrario esas pol�ticas provocan los efectos opuestos.
2. No estamos de acuerdo en que sea conveniente dar acceso a los adolescentes, no se sabe muy bien en qu� t�rminos, a la p�ldora postcoital, llamada generalmente �p�ldora del d�a despu�s�, y mucho menos a que se la considere como un m�todo anticonceptivo.
Como cualquier cient�fico podr� corroborar, el LEVONORGESTREL (LNG) evita el embarazo porque induce la muerte del embri�n en caso de que la fecundaci�n se haya producido. El LNG no evita la concepci�n sino que impide que �ste se adhiera a las paredes del endometrio para que contin�e su evoluci�n. Este efecto se produce al bloquear la secreci�n de la prote�na protectora denominada glicodelina A, a la vez que induce cambios en el l�quido endometrial, haci�ndolo m�s alcalino. De esta manera el embri�n se pierde. Por tanto los efectos que produce en el caso de que ya se ha formado el embri�n lo convierten en un medio abortivo.
3. Hechamos en falta que junto a este tipo de campa�as no se promuevan aquellas que intentan dar el mayor apoyo a la mujer embarazada, sea esta adolescente o mayor de edad, como la que ha llevado a cabo el pasado a�o la Generalidad Valenciana y que ha supuesto la aprobaci�n del programa �M�s vida. Programa de prioridades sociales para las personas y las familias 2008-2011�.
Por no decir la Iniciativa Legislativa Popular Red Madre, impulsada por el Foro Espa�ol de la Familia, y respaldada por miles de personas que han pedido con su firma una legislaci�n que apoye a la mujer embarazada y promueva una pol�tica activa de natalidad en 17 Comunidades Aut�nomas de Espa�a, y que ha permitido la entrada en vigor en Castilla y Le�n, de la primera Ley de Apoyo a la Mujer Embarazada del pa�s, el pasado 26 de enero.
Agradecemos a quienes hayan llegado hasta aqu� su paciencia y comprensi�n por tratar de conocer los motivos por los que no dimos el apoyo a la Moci�n, lejos de la trivialidad con la que se ha juzgado nuestra postura desde algunos �mbitos pol�ticos y medios de comunicaci�n. |