Tensi�n
Terminada la entrevista, entrevistador y entrevistado, los Sres..
Terminada la entrevista, entrevistador y entrevistado, los Sres. Gabilondo y Zapatero, comentan la estrategia a seguir durante la campa�a que se avecina. Nos conviene la tensi�n y empezar a dramatizar, viene a decir el Presidente.
Cazado por los micr�fonos que cree cerrados, el Presidente da su verdadera dimensi�n.
Ofrece su verdadero talante. A pesar de las interpretaciones con las que, presurosos, sus ac�litos intentan suavizar tama�o desprop�sito, el Presidente se retrata. Impresentable.
Es el Presidente quien dice que en campa�a no se debe hablar de inmigraci�n porque hacerlo es de xen�fobos. Aunque la inmigraci�n sea una de las mayores preocupaciones del ciudadano. Aunque Espa�a sea el Pa�s, despu�s de los EE.UU, que m�s inmigrantes recibe. Aunque en Europa cada vez sean m�s los Pa�ses que aplican filtros para su entrada.
Aunque sea esencial su verdadera integraci�n a trav�s del conocimiento y aceptaci�n de la lengua, la cultura y las leyes.
En campa�a, seg�n el Presidente, no se debe hablar de terrorismo porque hacerlo es de antipatriotas. Aunque sean los socialistas vascos los que afirman que volver�an a las negociaciones de darse las condiciones. Aunque sean el presidente del PNV y su portavoz en el Parlamento Vasco quienes denuncien los contactos habidos entre Gobierno y el mundo de ETA en plena campa�a por las municipales.
Aunque se incremente la Kale Borroka.
En campa�a, dice nuestro Presidente, no se debe hablar de seguridad pues hacerlo es de alarmistas. Y ello, a pesar del miedo creciente entre los ciudadanos a ser asaltados, violados, robados o golpeados. A pesar de la extremada violencia con la que act�an bandas y mafias venidas de fuera. A pesar de la impunidad con la que el delincuente se mueve amparado por leyes garantistas en exceso.
Y en campa�a no se debe hablar de econom�a pues es de catastrofistas poner en duda la fortaleza de nuestra econom�a. Aunque suban el paro, la inflaci�n, las hipotecas y la deuda exterior. Aunque el encargado de la econom�a sea el Sr. Solbes, el, para algunos, art�fice de la econom�a europea. Pero al que hay que recordar cuando, desde el mismo puesto en el �ltimo gobierno del Sr. Gonz�lez, aconsejaba los planes de pensiones ante la quiebra de la Seguridad Social. Cuando bajo su mandato, el paro y la inflaci�n alcanzaron cotas insoportables.
Cuando bajo su mandato, Espa�a no cumpl�a ninguno de los requisitos de convergencia para su incorporaci�n a la zona Euro.
En campa�a, seg�n el Presidente, lo aconsejable es la tensi�n y el dramatismo. La crispaci�n.
Y a ello han de dedicarse los fieles al partido. Se trata de movilizar no solo al votante socialista, sino al perezoso y al indeciso. Al radical y al antisistema. Al proabortista, al anticlerical y a todo aquel que les llev� a la victoria el 14-M.
La estrategia es similar a la que tan buenos resultados dio al partido socialista en las �ltimas generales. Hay que proyectar, a la opini�n p�blica, la imagen de una derecha cavern�cola que precisa ser rodeada de un cord�n sanitario. Una derecha representante de un clericalismo rancio, hom�foba y machista.
Partidaria de la guerra y heredera del franquismo.
De una derecha que, asociada a una victimas y a una Iglesia intransigentes, se opone al avance en derechos y libertades, y al desarrollo de un nuevo modelo de Estado.
Una estrategia aderezada con una pol�tica de subvenciones y de subasta fiscal que, en campa�a, es lo que gusta o�r al personal. Y todo ello musicalizado por una pl�yade de artistas amantes del pesebre estatal.
Esta es la estrategia a seguir. La estrategia de la crispaci�n aunque �sta desemboque en vejaciones y agresiones. La estrategia de la crispaci�n de la que el otro, el discrepante, siempre es el culpable. Estrategia en la que el fel�n y mentiroso Sr. Zapatero conf�a su �xito.
Jose Enrique Bernabeu Perez |