Fabraquer.
Tus rasgos cambian,
pero tus límites,
son aun sello latente,
de remota casta,
que bruñen bajo el polvo,
de escavadoras y palas.

Fabraquer.
Caballeros de abolengo,
ondeaban sus estandartes,
bregando por conquistar,
tus cepas de Monastrell,
vendimiadas con esmero,
por labriegos rozagantes.

Fabraquer.
antiguas Historias,
de grandes viñedos,
escritas en libros,
te ha dejado el tiempo,
para que no olvides,
que fuiste campo y huerto.

Fabraquer.
Aunque el asfalto te cubra,
en el siglo que habemos.
no perderás tu linaje,
ni el honor de fértil suelo.
mientras haya un fabraquero,
que labre tu añejo asiento.

Fabraquer.
Cuando más te conozco,
más me embelesa,
la historia que esconde,
tus árboles y madreselvas.

Fabraquer.
Cada rincón de tu suelo,
empapado esta de orgullo,
porque su asiento albergó,
ilustres hombres del mundo.

Fabraquer.
Condes de ti se prendaron.
a poetas y escritores,
inspiraste con tu esencia,
de vergel y cepa vieja.

Fabraquer.
Gentiles y nobles,
relataron tus virtudes,
cada uno de ellos te amó,
como se ama a lo de uno.

Fabraquer.
La familia de los Fabra,
desde Valencia vinieron,
ellos, te dieron el nombre,
por el que te conocemos.

Fabraquer.
En el siglo XVII,
una ermita te alzaron,
y en ella vino a morar,
la Virgen con Su Rosario.

Fabraquer.
Los Muñoz, Bardín,
O´Gorman, Maissonave…..
Son algunos de los nombres.

Elena Soler Costa